4 situaciones molestas para cualquier escapista

Al entrar por la puerta, los jugadores tienen cara de emoción. El game master los introduce con una historia que engancha y quieren lanzarse de cabeza a la sala para que empiece la cuenta atrás. Pero, a medida que avanzan, ponen caras raras. Suenan bufidos y, al finalizar, cuentan que su experiencia ha sido agridulce. Vamos a analizar las 4 situaciones molestas que cualquier escapista odia encontrarse.

El diseño de un escape room

Como diseñadores, siempre tenemos en cuenta el hilo conductor de nuestra sala. Sabemos cómo queremos enlazar las pruebas y colocar las pistas necesarias para la resolución de los enigmas. Hasta contamos con bocetos e imágenes de referencias que usaremos cuando nos pongamos manos a la obra con la ambientación. No obstante, puede que no caigamos en ese momento en algunos errores de novato.

Los grupos de escapistas que visitan un escape room suelen tener bastante experiencia previa. Por mucho que a nosotros nos guste cómo ha quedado nuestro pequeño bebé hay que prestar atención a ciertas situaciones que los jugadores detestan cuando están dentro de una sala.

 

Lista de situaciones molestas

Vamos a desgranar los detalles que los escapistas no quieren encontrar cuando reservan un escape room.

 

1. Pegatinas de “no tocar”

Seguro que has visto la típica cinta amarilla y negra en el marco de una puerta. O en diferentes cajones o encintando cajas de luz. O peor, en la explicación inicial te indican el significado de unas pegatinas para que tengamos cuidado con ciertos objetos y al entrar casi todo las tienen.

Evita por completo estos avisos. Lo único que consigues es sacar al escapista de la inmersión. A no ser que sea algo complementario a la ambientación, como si se trata de un laboratorio y hay una habitación en cuarentena, no son necesarias. Y plantéate si ese elemento que quieres colocar es necesario protégelo mejor.

 

2. Candados y más candados

En la primera generación, está claro que los candados eran su principal recurso para cerrar compartimentos. Pero hay habitaciones en las que, al entrar, se ven una cantidad ingente de cerrojos. Incluso un solo cajón con 3 tipos diferentes.

Sé creativo. Hay que innovar y apoyarse en la tecnología. Si lo tuyo no es la tecnología hay empresas que se dedican a crear estos sistemas. Incluso si buscas en internet encontrarás mecanismos que no necesitan programación, como, por ejemplo, cierres de seguridad para niños que funcionan con imán.

 

3. Fallos tecnológicos

Y al revés. Con los escape room de segunda generación también se ha visto el abuso de puzzles electrónicos. Porque pueden fallar facilmente. Si una puerta debería abrirse al resolver el enigma y no pasa nada, el equipo escapista se frustra. Esto provoca que, aunque tengan la solución correcta, volverán a intentarlo de otros modos hasta que el game master intervenga.

Todo este material tiene que revisarse con frecuencia. Hacer un mantenimiento tras varias sesiones para asegurarse de que la electrónica funciona como debería. Y siempre tener un plan de seguridad desde la sala de control por si ves que el puzzle es correcto, pero no ocurre lo esperado. Así no interrumpes la sesión y mantienes el flow.

 

4. La predisposición del game master

El game master es la imagen con la que se quedan los jugadores al entrar en el escape room. Si se nota que solo quiere explicar las reglas, poner un vídeo y sentarse en la silla para mirar al equipo por las cámaras, ya empieza con un comportamiento frío. Y esto se aplica a las pistas o la despedida de los escapistas.

Tu empleado necesita un poco de formación para tratar con los clientes. Que empatice con los grupos que está atendiendo y que se adapte a situaciones que puedan ser problemáticas. Y, ante todo, ha de conocer el funcionamiento de la sala que está dirigiendo. Porque si los jugadores necesitan ayuda debe responder con rapidez y seguridad.

Conclusiones

Como diseñador debes revisar a fondo tu escape room. Analiza con calma el montaje de los prototipos para los enigmas. Estudia las opciones que tienes para cerrar accesos a los jugadores y así evitar recargar la sala y las temidas pegatinas de “no tocar”. Y que tus game master sobre todo disfruten de la experiencia tanto como los jugadores. Así que pon atención en mejorar tu juego y, de este modo, seguro que conseguirás unas reseñas impecables.

¿Qué otras situaciones molestas crees que pueden sacar de sus casillas a un escapista?